domingo, 9 de agosto de 2009

LA HABANA, EL RESPLANDOR DE LOS CUERPOS.


Por: Lázaro Sarmiento


Hoy abrí una de mis viejas libretas de apuntes. Lo primero que encuentro es es una cita de Marguerite Yourcenar: “Un corazón es tal vez algo sucio. Pertenece a las tablas de anatomía y al mostrador del carnicero. Yo prefiero tu cuerpo.” Estas palabras son del libro Fuegos que la escritora belga publicó en 1936.

Por el camino de las asociaciones, la Yourcenar me lleva a un texto de Abilio Estévez titulado La Habana son los cuerpos (Arquitectura cubana. Metamorfosis, pensamiento y crítica. Selección de textos, Artecubano. Ediciones 2002) . La visión de Estévez contribuye a que disfrute mejor el estado de ánimo con el que llego a El Vedado luego de atravesar la Habana profunda desde la calle Obispo. Durante el recorrido me he sentido tocado por una ola de cuerpos como consignas, capaces de “iluminarte de inmenso” con una electricidad natural y lúdica, no obstante el sudor, el calor y la voracidad del mediodía.

“…Semidesnudos y espléndidos. A cualquier hora y en cualquier lugar. En parques y plazas, en iglesias y estadios, en cuarterías y hospitales, en bosques y páramos, y por supuesto en las playas…Siempre, me ha parecido que sí, que es cierto, que todo se destruye, porque ya sabemos (desde Valery o desde siempre) que nosotros, las civilizaciones, somos mortales, pero vamos descubriendo que son los cuerpos, en verdad, los únicos que permanecen”.

“No importa que el cine Principal (el cine en el que mi padre pudo descubrir que Umberto D era una obra maestra) se halle ahora semiderruido, puesto que constato que ese antiguo cine (ahora es un almacén) está rodeado de mujeres y hombres de una belleza que (puedo jurarlo) dan ganas de llorar.”

Y luego de reflexiones minimalistas que condensan numerosas imágenes , Abilio concluye “…Que me perdonen arqueólogos, historiadores, arquitectos, pero lo mejor de La Habana son los cuerpos (los cuerpos humanos, quiero decir).”

Ahora regreso a la admirada Marguerite Yourcenar: Siempre buscaré la oportunidad de dejar el corazón en las tablas de anatomía...


Barrio de Centro Habana. El edificio que sobresale es el Hospital Hermanos Ameijeiras.



5 comentarios:

  1. Mi amigo, Lazaro, admiro tu narrativa, como dice el título, logras inculcarle esplendor..."Ahora ya sabemos que el alma es el cuerpo y el cuerpo el alma. Nos dicen que son diferentes porque quieren persuadirnos de que podemos quedarnos con nuestras almas si los dejamos esclavizar nuestros cuerpos." George Bernard Shaw. Un abrazo

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  2. Lázaro, la Yourcenar suele desencadenar esas secuencias de vínculos como si la universalidad fuera el signo único de su palabra, leerla en mis años universitarios fue un verdadero placer, por estos días he releído algunas de sus cosas y quiero volver sobre su obra toda, a los 35ves aquello inadvertido a los 20.
    Hermoso post..
    saludos

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  3. Sentido texto, estimado Lázaro, y te sigo acompañando:

    CONFESIONES HABANA

    En el oleaje buscavidas de La Rampa
    la magia interior
    va perdiendo La Habana

    retretas y pasacalles giran
    alrededor de un parque
    que amanece flores y azulejos

    un pitirre tras el sinsonte que reconstruye palmas
    el susurro del arroyuelo que amansa la tierra
    un zunzún abanicando la continuidad

    noble transparencia que bese domingos
    en misa del equilibrio natura

    tradiciones

    que va perdiendo La Habana.


    JB

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  4. ...Totalmente de acuerdo, Lázaro...
    ...Lo mejor son los cuerpos, porque la mayoría de los cuerpos habaneros tienen "swing"...
    ...Un abrazo...

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