viernes, 9 de abril de 2010

EL OMBLIGO DE LA HABANA.

Me gusta la denominación de “el ombligo de La Habana“ para el Parque Central y también la frase “arboleda oscura y perversa en las noches” referente al Parque de la Fraternidad. Pertenecen a la crónica de Senel Paz incluida en el libro Regulaciones Urbanísticas. La Habana Vieja. Centro Histórico (Ediciones Boloña, 2009). Abajo transcribo un fragmento de este texto del autor de Fresa y chocolate titulado La Habana como sensación:

“Sigues y encuentras parques famosos, estatuas cuya existencia no sospechabas, el teatro donde bailó Alicia Alonso, las ruinas del Martí, las del antiguo Campoamor, e incluso las del Musical. Y de pronto te abres a plazas y calles recuperadas, llenas de luz, en las que el pasado y el presente se dan la mano con más sosiego. O vuelves, al Parque Central, el ombligo de La Habana, que más que parque es imán. Cerca se alza el capitolio, que sigue atrayendo a los guajiros, y por el otro están la Fuente de la India y el Parque de la Fraternidad con su arboleda oscura y perversa en las noches. En las cercanías ves los portales de las calles Prado y Monte, y los edificios, y la gente, y los automóviles, y las muchachas de ojos como faroles, y los muchachos delicados, y las parejas que se besan, y finalmente te deja caer en un banco y alguien te pregunta la hora porque ésta es la ciudad donde más se inquietan por la hora; la preguntan a cada minuto como si realmente les importara el tiempo, que aquí no existe, o les interesa llegar puntual a alguna cita”.

La Habana Vieja. Centro Histórico, segundo volumen de la serie Regulaciones Urbanísticas, es un empeño editorial del Plan Maestro de la Oficina del Historiador de la Ciudad, en su colección Arcos. El libro incluye una primera parte titulada Visiones de La Habana Vieja, con textos de Miguel Barnet, Zoila Lapique, Manuel López Oliva y Senel Paz.



“Pitan, para que te apartes, autos de antes y de ahora, bicicletas y carriolas, en calles como cuerda de equilibristas, que por un lado terminan en la cúpula del capitolio y, por el otro, en un barco que pasa.”

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