lunes, 14 de mayo de 2012

LA HABANA, EL PLACER DE CAMINAR.


Por: Lázaro Sarmiento



“Una de la cosas valiosas de La Habana, de las que no se tiene mucha conciencia, es el placer de caminar, porque aquí tienen que hacerlo les guste o no.”


Esta es una de las opiniones expresadas por el arquitecto norteamericano Andrés Duany, durante las cuatro conferencias impartidas en la Isla en el año 2004. Esas intervenciones aparecen ahora publicadas en el volumen Charlas en el Capitolio de La Habana sobre el Nuevo Urbanismo, Ediciones Unión.

“En esta ciudad resulta muy fácil caminar porque la ciudad en sí es muy interesante. Los norteamericanos caminan por ejercicio, no por placer, porque no hay placer en caminar por la mayoría de sus calles, por esas autopistas y tampoco hay destinos que resulten tan cerca como para ir caminando. La tienda existe, pero siempre está demasiado lejos para el que prefiere caminar. Entonces cuando se camina es sólo por ejercicio.

En Estados Unidos muchos de los centros turísticos son sitios urbanos tradicionales. Los norteamericanos se suben en aviones y recorren grandes distancias para pasar sus vacaciones en estos sitios. Lo que fascinará a los norteamericanos en Cuba no serán la playas porque playas hay en todos lados. La Florida está llena de playas, hay playas en todo el mundo. Lo que no hay es otra ciudad como La Habana. En toda América no existe una ciudad como esta, y esto de poder caminar es fascinante, un tesoro. "

"Yo siempre le digo a los norteamericanos que La Habana es el petróleo de Cuba Es lo que el turista va a querer ver. No es que no haya grandes ciudades norteamericanas caminables, pero son muy pocas.”
(Arquitecto Andrés Duany)


Fotos: Lázaro Sarmiento.

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