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viernes, 12 de diciembre de 2008


La belleza de las cosas manoseadas.
Por: Lázaro Sarmiento
Gran Hotel, 100 habitaciones con baño. Así lo anunciaba el cartel que se llevó un ciclón en los años noventa. Gran Hotel, en Teniente Rey entre Dragones y Zulueta, La Habana.
Tal vez sea mejor dejar estas ruinas como están ahora. Pero no estoy seguro de que la gente de los alrededores, los urbanistas y los que toman las decisiones tengan igual opinión.

Contra estas ruinas conspiran la antigua arquitectura mediocre del edificio, el valor actual y futuro del terreno y los conceptos estéticos tradicionales. A su favor trabajan el tiempo y una ingenua aureola vegetal.

“Y existe todo un culto a las ruinas, a las del Imperio Romano, de los edificios, de las viejas iglesias, y tiene ese enorme poder las ruinas. Es algo que ha decidido no luchar más, se ha rendido, no hay que volverlo a pintar, no hay que reconstruirlo”. (Edmundo Desnoes. Revista Cine Cubano, no. 192)

Las inversiones para construir un nuevo hotel detrás de la fachada original del Gran Hotel se han demorado demasiado. En su lugar surgió una vegetación babilónica que se ha extendido por la armazón metálica, cubriendo como telaraña verde lo que queda de las paredes.
“Hay una belleza en las cosas manoseadas, que tienen textura producida por el tiempo”.

Los huéspedes de la República, los traficantes nocturnos, el turista, los recién casados, la pareja fugitiva, quizás no imaginaron en las camas de sus habitaciones que todo edificio contiene, desde los cimientos, como los cuerpos, un derrumbamiento Imagen: Gran Hotel, La Habana. Fotos: Lázaro Sarmiento.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Vedado. (I)

Por: Lázaro Sarmiento


“Sobre El Vedado, carcomido, gris, echado bajo los árboles, sobre el Malecón veloz de los amantes, los ilusionados pescadores y los niños…”
(Roberto Fernández Retamar, Adiós a La Habana, 1959)


“-Mejorar el perfil del Malecón de El Vedado, por medio de la introducción cuidadosa de un mayor número de edificios altos y de huella pequeña, con vistas aseguradas al mar.
“-Reducir el volumen de vehículos y la velocidad del tráfico a lo largo del Malecón, desviando parte de su tránsito hacia las calles Primera y Tercera.”

(Enrique Lanza: .El borde costero de El Vedado: un enfoque de desarrollo cooperado. Regulaciones Urbanísticas Ciudad de La Habana. El Vedado. Municipio Plaza de la Revolución. Ediciones Unión. Ediciones Boloña, 2007.


“Sobre tus calles de arboledas y sombras, bajo tu cielo de
verano, azul y único, en tus parques lentos, mitológicos,
se recorta mi vida. Soy avaro de tu luz clara como un
relámpago. Voy hacia los álamos solitarios. Busco ufano
las hormigas cautelosas del mediodía. Quiero desvelarme
en ti. Vivir dentro de lo que amo
Como en una música cuya tierra es mía”.

(Miguel Barnet. Vedado, 1983)




“Los enormes recursos que se necesitan para la conservación, renovación y redesarrollo de El Vedado actual y futuro sólo pueden salir de una valorización inmobiliaria –cuidadosa pero también desprejuiciada- de ese suelo tan bien situado y capaz de asimilar casi cualquier cosa”.

(Mario Coyula: Más acá del río y bajo los árboles a la sombra de un Vedado que ya no es más. Regulaciones Urbanísticas Ciudad de La Habana. El Vedado. Municipio Plaza de la Revolución. Ediciones Unión. Ediciones Boloña, 2007.)


“Según la profesora Maria Victoria Zardoya, estudiando El Vedado se puede conocer la evolución de la arquitectura cubana de los últimos 150 años, pues en este territorio han trabajado los arquitectos más importantes de cada época, constituyendo un muestrario de gran valor, símbolos de la arquitectura del s XX, sobre todo en lo que respecta al eclecticismo y a la arquitectura moderna.”

(http://arquitectura-cuba.blogspot.com)

Fotos: Alfredo Zamora

viernes, 10 de octubre de 2008

Publicidad en los aceras de La Habana.
Por: Lázaro Sarmiento

Variedad de letras en estos anuncios ubicados en los pisos de portales y aceras de La Habana. . Mensajes que en la mayoría de los casos hace tiempo perdieron su función original. Palabras grabadas en el granito y el cemento para realzar la entrada de tiendas, cafés, hoteles y otros establecimientos.

Publicidad en los pisos que no aspiraba a competir con aquellas vallas posadas como insectos de patas metálicas sobre los techos de La Habana. No obstante arrastrarse por los suelos, había elegancia en estos adornos. Diseñados para ser vistos cuando miramos por donde caminamos, ya hoy constituyen una especie de arqueología de gran ciudad.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Se desploma singular árbol en el parque El Quijote.
Por: Lázaro Sarmiento

Si en La Habana existieran árboles gays, además de los de la calle G, esos serían los del Parque El Quijote en la esquina de 23 y J, en el Vedado, a unos 100 metros de la heladería Coppelia. Este viernes 19 de septiembre, alrededor de las cinco de la tarde, se desplomó uno de los verdísimos y exuberantes árboles que dan sombra de día a quienes vienen aquí a esperar el ómnibus de Gunanabacoa, a conocer extraños o simplemente a ver la gente pasar. También en este lugar se venden libros en ocasiones.


Tal vez alguna enfermedad secreta, unas hormigas perversas o los efectos dormidos de la humedad y las ráfagas de viento de días pasados- o la combinación de varios factores-motivaron esta inusitada fractura vegetal en el parque El Quijote.

Fotos : Lázaro Sarmiento.
ecoestadistica.com