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domingo, 17 de febrero de 2013

HAVANA NOCTURNA: HAVANA CANÍBAL.




Autor de dos magníficos libros sobre la mafia norteamericana en Cuba, Enrique Cirules expone en el volumen Hemingway,los otros y yo (Ediciones Extramuros, 2012) el canibaleo de estos títulos. Una historia en la que están involucradas la editorial del New York Times y Hollywood.

“Estos dos libros míos sobre la mafia norteamericana en Cuba: El imperio de La Habana y La vida secreta de Meyer Lansky, han sido objeto del más desalmado canibaleo en la historia de la literatura. Un periodista estadounidense, radicado en New a York, J. T. English (amparado por los desmanes que se producen contra la cultura cubana) en el 2008 publicó Havana Nocturna, un libro con el tema de la mafia, donde se nos menciona –a mí y a Casielles- en más de ciento quince ocasiones, con el fin de asumir (de adueñarse) de de estos dos libros (cuyos copyright corresponden a 1993 y 2004), pero lo más cínico de la estafa, es que este Señor English alega su derecho también a utilizar estos relatos de Casielles , porque, según él, entre los días 24 y 26 de enero de 2007, desde New York, le realizó entrevistas por teléfono y correos electrónicos, y por tanto, puede disponer de sus memorias. Para esa fecha, Casielles se encontraba gravemente enfermo, ingresado en el hospital Piti Fajardo de La Habana, con un solo pulmón, donde tenía un cáncer, y solo respiraba auxiliado por un balón de oxígeno. Muere 17 días más tarde.
Sin embargo, la editorial del New York Times ha convertido el libro de T. J. English en un best seller mundial, asumido también por la Random House Mondadori en otros idiomas, y la Paramouth, con tres de los mayores productores de Hollywood, han anunciado la filmación de una película – texto y película manipuladora-, a pesar de lo cual, les he asegurado que todo este proyecto de estafa ha nacido herido de muerte”.

Este no es el tema del texto de Cirules incluido en el libro citado. El escritor lo comenta de pasada pero resulta sumamente de interés.

viernes, 8 de febrero de 2013

LIBROS QUE VAN CONMIGO: AVENTURAS DE ARTHUR GORDON PYM



 



Por: Lázaro Sarmiento

Entre mis libros entrañables figura AVENTURAS DE ARTHUR GORDON PYM, de Edgard Allan Poe.  Publicado   en Cuba en 1968  por   el Instituto del  Libro,  la  edición contó   con traducción y prólogo de Julio Cortázar. Fue el texto introductorio  del escritor argentino el que me impulsó a la lectura de esta obra que Poe dio a conocer   en Nueva York en  1838.  Las palabras de Cortázar  estimulan   a enfrentarnos a  la  extraña   y violenta poesía  del relato.  Ejemplo de magnífico  prólogo.

 “A las puertas de un gran misterio, Pym-Poe se ve precisado a callar. Y este silencio tiñe  todo el libro con un horror sagrado, insinúa un sentido ambiguo en cada escena anterior, enriquece misteriosamente el relato y a la vez lo desnuda de su fácil truculencia para dejarnos entrever detrás de esas, matanzas, ese canibalismo, esa exhibición de cadáveres descompuestos, un signo profundo del hombre en lucha consigo mismo o con el destino”.

“Con estos elementos técnicos, mapas, sus recuerdos náuticos, algunos elementos, lo ceden sus impulsos y sus obsesiones. La crueldad, la angustia del encierro y del ahogo, la podredumbre y el hambre,  el agobio de fuerzas ciegas, se ordenan y actúan  bajo  los dictados  de una lúcida pericia narrativa."


El  artista Raúl Martínez  tuvo a cargo el  diseño de  portada de esta edición cubana de AVENTURAS DE ARTHUR GORDON PYM, de Edgard Allan Poe.

domingo, 3 de febrero de 2013

COMPRO VIDAS.



Por: Lázaro Sarmiento

Necesitaría varias de las siete vidas de un gato para concluir todos los libros que me gustaría leer antes de irme para siempre a un  rincón invisible del universo.   Esta tarde mientras buscaba Ejercicios para hacer de la esterilidad virtud, del irónico y eminente escritor Antón Arrufat, me vinieron a la mente algunos de los primeros libros que, recuerde yo, llegaron a mis manos. Creo que mi primera biblioteca estuvo conformada por:

1.- El Libro de Oro de la CMQ, 1959.
2.-Así es mi país, de Antonio Núñez Jiménez.
3.-Selecciones del Reader s Digest.
4.-El reposo del guerrero, de Rochefort Christiane
5. Varios números de Mecánica Popular.
6.-El Álbum de "postalitas” de la Revolución Cubana.
7.-Libro de Lectura (5to o 6to grado, editado en algún país latinoamericano).
8.-Los 500 millones de la Begún, de Julio Verde. (Nunca terminé su lectura)
9.-Y el Atlas Geográfico Mundial de Bolsillo. (Praga, 1963)

De cada uno, recuerdo un texto, algunas imágenes, un dato, o la curiosidad con la que eran hojeados. No sé ni cómo tempranamente llegué a El reposo del guerrero. Pero, me impactó la manera en que la joven descubre el cuerpo desnudo del guerrero tirado sobre la cama. Una descripción que desde entonces he  recreado un millón de veces en mi imaginación.




Fotos: Con la maestra Martha en la graduación de sexto grado. Escuela Rubén Martínez Villena, de Luyanó.

lunes, 28 de enero de 2013

RUTAS DE LA INFANCIA


 
El  ATLAS GEOGRAFICO MUNDIAL  DE BOLSILLO, editado en  Praga en 1963, fue el primer libro que  adquirí de niño.  Se lo compré a un vendedor   que  ofertaba  su mercancía  en  la entrada del Hospital La Benéfica, en la Calzada de Concha, en Luyanó.  Luego,  Higinio,   un  joven capitán de barco que visitaba a  mi  familia ,   me  contaba   con  el  Atlas   en  las     manos de  rutas trasatlánticas  y de lejanos puertos que encendían mi curiosidad.   También hablaba de  tormentas oceánicas  y de peces gigantescos. Con el tiempo,  aquel capitán de la Flota Cubana de Pesca desapareció de mi entorno. Y desaparecieron estados  como  la URSS, la  RDA y lo misma Checoslovaquia,  donde  imprimieron  los mapas especialmente para los cubanos.  El Atlas envejeció y el mundo se rejuveneció. Pero no  cambió   mi  nostalgia por las  clases de geografía  cuando Higinio me decía que el mundo cabía en un bolsillo.

viernes, 4 de marzo de 2011

NECESITO TIEMPO

Por: Lázaro Sarmiento

Nunca he tenido tantos libros por leer ni tantas películas por ver.
Necesitaría dos o tres vidas extras para consumir parte de lo acumulado en el entorno doméstico y sus alrededores. Por eso desconfío de los abultados reportes de lectura de alguna gente. A no ser que adopten la técnica del “picoteo” me pregunto cómo pueden asumir las avalanchas actuales de propuestas literarias o noticiosas, acrecentadas por la “democratización”de las tecnologías de la información.

Luego está la competencia del tiempo que hay que dedicarle al ocio expectante, al paseo inteligente y a contemplar el ombligo propio y el ajeno.



Arriba: Reloj en la fachada de los antiguos cines Duplex y Rex, en la calle San Rafael, en La Habana. Hace años, el mecanismo dejó de funcionar, al igual que los glamurosos proyectores que estaban detrás de la pared.

domingo, 9 de enero de 2011

PATRICIA HIGHSMITH, CRIMINALMENTE DELICIOSA.

Por: Lázaro Sarmiento

Mi primera relación con Patricia Highsmith fue a través de la versión cinematográfica de su novela A pleno sol, del director René Clément.

Interpretada por Alain Delon, Maurice Ronet y Marie Laforêt, la película fue un rotundo éxito en su estreno en los cines de La Habana. La vi por primera vez mucho tiempo después en la Cinemateca de Cuba. Pero entonces no me interesé en la autora de la obra en la que se basaba esta cinta francesa. Hasta que un día, un amigo me comentó que había descubierto a Partricia Higfsmith y que estaba obsesionado con sus novelas.

De ese amigo de gustos muy exigentes como lector, heredé el entusiasmo por una escritora que, como destaca esta semana Rosa Mora en Babelia, citando a la investigadora Joan Schenka, "no veía el mundo como lo hacían los demás y desarrolló un mundo alternativo: el Territorio Highsmith”. Y porque me gusta transitar con aire cómplice por ese territorio, tengo en el estante de mis libros preferidos varios títulos de Patricia Highsmith: Tras los pasos de Ripley, El amigo americano, Ripley en peligro y A pleno sol.

A sus lectores les pasa lo mismo que a quienes descubren el licor Fra Angélico, Si lo pruebas, estás perdido(frase utilizada en su publicidad). Y con este misterioso y almendrado licor evoco el brindis que Patricia Highsmith escribió en la Navidad de 1947: "Brindo por todos los demonios, por las lujurias, pasiones, avaricias, envidias, amores, odios, extraños deseos, enemigos reales e irreales, por el ejército de recuerdos contra el que lucho: que nunca me den descanso".

Salud, Tom Ripley.

Patricia Highsmith (Tejas, 1921-Suiza, 1995).

" Uno no cesa de releerla. Ha creado un mundo original, cerrado, irracional, opresivo, donde no penetramos sino con un sentimiento personal de peligro y casi a pesar nuestro, pues tenemos enfrente un placer mezclado con escalofrío."
Graham Greene

VER : Hermosa Sombra Retrato de Patricia Highsmith
http://pabloexiste.blogspot.com/2010/04/hermosa-sombra-retrato-de-patricia.html



Cine teatro Fausto en el Paseo del Prado, en La Habana.

sábado, 5 de junio de 2010

SILVIO RODRIGUEZ Y LA LITERATURA DE CIENCIA FICCION.

“El libro que me fanatizó fue La nebulosa de Andrómeda…”


Silvio Rodríguez poseía en los años ochenta una de las mejores bibliotecas de ciencia ficción de Cuba. El dato aparece en el libro Silvio: que levante la mano la guitarra, de Víctor Casaus y Luis Rogelio Nogueras, publicado por Letras Cubanas en La Habana en 1984.

Ese volumen, que ha tenido varias ediciones, abarca valoraciones sobre la nueva trova cubana , la trayectoria de Silvio entre 1949 y 1983, los textos de muchas de sus canciones, fotografías, una cronología del artista y una larga entrevista que trata de acercamos a su personalidad y a los rasgos de su mundo creativo.

Es de suponer que la biblioteca de ciencia ficción de Silvio Rodríguez sea en la actualidad tan buena como en la época en que se publicó este libro.

“Desde niño me atrae la literatura y el arte fantástico. También el género de horror. Creo que le debo tanto a Drácula, Buck Rogers y Peter Pan como a Sindo Garay, los Beatles y Beethoven. Y actualmente hay extraordinarios escritores de ciencia ficción, verdaderos artistas.

“El libro que me fanatizó fue La nebulosa de Andrómeda, del soviético Iván Efremov. Claro que antes había leído a Poe, Hoffman, Stevenson, Lovecraft, Verne, Conan Doyle, Wells y Burroughs. Por una edición que hizo la Revolución, a principios de los sesenta, descubrí a ese poeta que lleva por nombre Ray Bradbury –él me acabó de reclutar. Luego llegué al inestable y megalómano maestro Asimlov; admiré al impenitente y tierno idealista Clarke; zozobré sin remedio ante la dolorosa humanidad de Teodore Sturgeon”.

Silvio afirmaba que la literatura de ciencia ficción es un género duro, “sobre todo hoy, donde cada día la realidad amenaza con ridiculizar la fantasía. Es un género de profetas o parlanchines. Creo que por eso me gusta: porque lo valioso reluce con toda claridad sobre lo inútil”.

Los autores del volumen le hacen a Silvio esta pregunta clásica: Hay un diluvio, un naufragio, un desastre, un cataclismo, una invasión extraterrena, lo de siempre, y tú puedes salvar cinco canciones tuyas, cinco libros ajenos (además de este), cinco películas ¿Cuáles serían?

“Preferiría salvar vidas humanas a cualquier cosa inventada por el hombre. De no poder ser así, preferiría salvar objetos prácticamente útiles, en caso de desastre. Pero si tampoco pudiera ser así, quizás preferiría no salvar nada, porque creo que acabaría odiándolo todo, al quedarme tan solo. Aun así voy a tratar de contestar la pregunta.

“Mis canciones: La era está pariendo un corazón, Al final de este viaje, Te doy una canción, Playa Girón, Rabo de nube, Testamento, Unicornio.

“Los libros: Las mil y una noches; La edad de oro, de José Martí; Poemas humanos, de César Vallejo; Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez; El señor de los anillos, de J. R. Tolkien; El pequeño príncipe, de Antoine de Saint-Exupèry.

“Las películas: El gran dictador, de Charles Chaplin; Madre Juana de los Ángeles, de Jerzy Kawalerowiez; Solaris, de Andrei Tarkovski; Fantasía, de Walt Disney; El séptimo sello, de Ingmar Bergman.”

Estos son los libros, canciones y películas que Silvio Rodríguez hubiera salvado en 1984. Veintiséis años después, tal vez la selección no sea idéntica frente a un cataclismo o una invasión extraterrena. En cambio, me atrevo a opinar de que su respuesta de entonces a la la pregunta ¿para qué se canta? sería ahora la misma:

“Yo canto por goce y por conciencia. O sea, que disfruto cantando lo que invento. Incluso a veces me parece que vale la pena que cante a los demás algunas de las cosas que se me ocurren. Pero yo soy un hombre con su visión del mundo, un hombre que ha tomado partido. De lo que resulta que estoy invitando a todos a sumarse a mi bando, que es el bando de la Revolución y la belleza. ”


Imagen de la derecha: Afiche antológico de Alfredo Rostgaard,1967.

martes, 6 de abril de 2010

LOS LIBROS QUE LEZAMA LIMA HUBIERA SALVADO.

En junio de 1960, el semanario Lunes de Revolución preguntó a un grupo de escritores en La Habana ¿Qué libros trataría usted de salvar si su biblioteca se viera amenazada por una hecatombe –la bomba atómica, un rayo, la polilla-? José Lezama Lima respondió:

1. La Biblia
2. La Odisea, Homero
3. Diálogos, Platón (Párménides; Protágoras; Fedro; Fedón)
4. Los cuatro libros de Metafísica, Aristóteles
5.-Suma teológica, Santo Tomás
6.-La divina comedia, Dante Alighieri
7. El Quijote, Miguel de Cervantes
8. La tempestad; El sueño de una noche de verano, Shakespeare.
9. Las mil y una noches
10. Diario, José Martí.

Publicado en Lezama disperso. Prólogo, compilación y notas de Ciro Bianchi Ross, Ediciones Unión, 2009.


domingo, 7 de febrero de 2010

PLACERES DEL MES DE FEBRERO.

Por: Lázaro Sarmiento


Cada año por esta época comienzo a reunirlos sobre la mesa de mi casa. Al principio son solo unos cuantos, pero cuando el mes de febrero termina mi bulto ha subido tan alto como el estrago en el bolsillo y el placer que disfruto al adquirir nuevos títulos. La Feria Internacional del Libro de La Habana constituye uno de los grandes lujos democráticos de la cultura en Cuba. Aunque la feria arranca el próximo día 11 en la Fortaleza San Carlos de la Cabaña, las editoriales del país ya han empezado a colocar sus propuestas en las librerías de la ciudad. Aquí la lista de los primeros títulos que traje desde la librería de 25 entre O y P, en el Vedado.




Poemas. Anna Ajmatova (Editorial Arte y Literatura)
La batalla de la cultura . Michael Parenti (Ciencias Sociales)
Lezama disperso . José Lezama Lima (Ediciones Unión)
Toda la música . Electo Silva (Editorial Oriente)
Enigmas de la sexualidad femenina . Aloyma Ravelo(Editorial de la Mujer)
Mirada de curador . Corina Matamoros (Letras Cubanas)
Raza y racismo . Antología (Editorial Caminos)
Lo esencial en la Ortografía . Francisco Alvero (Pueblo y Educación)
En el Limbo . María Elena Llana (Letras Cubanas)
Recuento. Memorias de puño y letra de Chanito Isidrón . Compilación (Letras Cubanas)
Asedio a Lezama Lima y otras entrevistas . Ciro Bianchi Ross (Letras Cubanas)
Festín de los patíbulos . Abel González Melo (Letras Cubanas)
Prana, Mantra y Kundalini Yoga . Eduardo Pimentel (Editorial Científico- Técnica)
Medios violentos . Pascual Serrano (Editorial José Martí)
Desafío al peligro .El oficio de ser bombero . Roberto Valdés (Editorial Capitán San Luis)



Mi bultico comienza a subir.

TEXTO RELACIONADO:
LIBROS QUE PINCHAN


sábado, 11 de julio de 2009

ACASO ESTAS DICIENDO QUE NO SOY ROMANTICO

Mujeres y hombres suelen esperar cosas distintas del lenguaje. Por ejemplo, cuando una mujer afirma “siento que nunca me escuchas”, no espera que la palabra nunca sea tomada de forma literal. Sin embargo, el hombre interpreta, erróneamente, esa expresión de forma literal. Este es uno de los obstáculos que dificultan la comunicación enumerados por el doctor Cristóbal Martínez Gómez en Consideraciones sobre inteligencia emocional (Editorial Científico-Técnica, La Habana, 2008). El autor es Terapeuta Familiar y Profesor titular de psiquiatría.


El doctor Gómez incluye en su libro un cuadro con diez frases mal interpretadas y la manera que un hombre puede responder a estas, negando su apoyo .

Las mujeres dicen frases como ésta: Nunca salimos.
Los hombres responden así: No es verdad. Salimos la semana pasada.

Mujeres: Todos me ignoran.
Hombres: Algunos se fijan en ti.

Mujeres: Estoy tan cansada. No puedo hacer nada.
Hombres: Eso es ridículo. No eres una inútil.

Mujeres: Quiero olvidar todo.
Hombres: Si no te gusta tu empleo renuncia

Mujeres: La casa siempre es un lío
Hombres: No siempre es un lío.

Mujeres: Ya nadie me escucha.
Hombres: Pero si te estoy escuchando ahora.

Mujeres: Nada funciona.
Hombres: ¿Estás diciendo que la culpa es mía?

Mujeres: Ya no me amas.
Hombres: Por supuesto que sí. Por eso estoy aquí.

Mujeres: Siempre estamos apurados.
Hombres: No es así. El viernes estábamos relajados.

Mujeres: Quiero más romance
Hombres: Acaso estás diciendo que no soy romántico.

Un amigo me comentaba que la inteligencia emocional es más escasa de lo que uno se imagina.

Imagen: Fotografía de Nan Goldin.

jueves, 21 de mayo de 2009

NAVEGANDO EN EL QUEEN MARY.


Por: Lázaro Sarmiento

Jumbo era un elefante oriundo de Abisinia que después de ser mostrado en París, Londres y Estados Unidos murió atropellado por una locomotora. También se hablaba del barco más grande (Queen Mary) y de los edificios más altos del mundo (Empire State, entonces), así como de una excursión al campo en automóvil dirigida por el tío Felipe… Esto es lo que nunca he olvidado del libro de lectura general para niños descubierto en un closet de la casa de mi abuela (otra vez la casa de Santos Suárez, siempre sale en los escenarios felices). No puedo afirmar que ese fuera el primer libro que leí en mi vida, pero sí es el más antiguo que recuerdo.

Ya se sabe, donde la memoria falla, la imaginación trabaja.

Otro de aquellos primeros libros fue Así es mi país, de Antonio Núñez Jiménez, con un dibujo que me impresionó muchísimo: el mapa de Cuba atravesado por flechas que indicaban las rutas de los ciclones que habían azotado la Isla. Los 500 millones de la Begun, de Julio Verne, y El último de los Mohicanos, de Fenimore Cooper, también estaban en mi biblioteca infantil. Ahora vuelvo a esos libros con la ilusión del artista que reconstruye su antiguo teatro de sombras chinescas.
Luego llegaron los libros mayores. Aunque, como decía Lezama, “cualquier buen libro leído es el libro mayor. O cualquier buen libro es el libro, porque mayor es un grado bélico que le sobra a la lectura”.

lunes, 20 de abril de 2009

Libros que pinchan
Por: Lázaro Sarmiento

El Directorio Telefónico de La Habana, edición de 1957 en intimidad con la Poesía, de Pablo Neruda, y La Ciudad de las Patrañas, de David Mamet, y muy cerca de La ínsula fabulante. Mi biblioteca tiene dos categorías de libros que se contaminan mutuamente: los que disfruto como lector puro (este término es solo provisional) y los que constituyen herramientas de trabajo. Por otra parte, observo como no todo el mundo ve como algo natural la cantidad de libros que acumula la gente que le gusta la lectura, redacta artículos, escribe programas o realiza investigaciones.

En un texto de 1990, Cómo justificar una biblioteca privada, Umberto Eco pone como ejemplo de una situación obvia al visitante que entra en su casa, cuya vasta biblioteca no puede pasar inadvertida, entre otras cosas porque no hay nada mas, y dice: ¡Cuántos libros¡ ¿Los ha leído todos? Seguidamente Eco observa: “Se puede decir que se trata, con todo, de personas que tienen una noción de la estantería como depósito de libros leídos y no de la biblioteca como instrumento de trabajo, pero no basta. Creo que, ante muchos libros, cualquiera cae presa de la angustia del conocimiento, y finalmente se desliza hacia la pregunta que expresa su tormento y sus remordimientos”.

Un directorio telefónico no se lee de la misma manera que una historia de Haruki Murakami , ni tampoco pertenece al tipo de libro que la mayoría de las personas vincula al concepto tradicional de biblioteca personal. Pero cuando indagué por determinados cines y bares para un trabajo sobre varias esquinas habaneras que eran como pequeñas capitales dentro de algunos barrios, el frágil directorio telefónico con sus páginas amarillas y sus ilustraciones me resultó una herramienta de extraordinaria utilidad. Este volumen esperó muchos años antes de ofrecerme sus datos. Y lo hizo con una nostalgia táctil que , por ahora, Internet carece.

Hay algunos libros "no leídos" que ocupan un lugar en el estante de la biblioteca por misteriosas razones. Puede suceder que transcurra un largo tiempo hasta que el día menos esperado uno de esos títulos dormidos despierte nuestra atención . Y sobre otros libros no llegaremos jamás a saber si nos hubieran gustado porque nunca los leeremos. Las bibliotecas privadas existen también para provocarnos. Pero desconocemos el momento en que ocurrirá el pinchazo.

viernes, 13 de febrero de 2009

Dama del Cine entre libros.






La actriz Eslinda Nuñez distingue el diseño de portada de La Dama del Ocaso, libro de Enrique Pérez Díaz publicado por la Editorial Gente Nueva . La fotografía fue realizada por Livio Delgado. En los agradecimientos de esta obra dirigida al lector juvenil, el autor deja constancia: “A Eslinda Nuñez, gloria de la cinematografía cubana, por brindar su imagen para la cubierta”. La Dama del Ocaso se presenta en la actual Feria Internacional del Libro Cuba 2009.

domingo, 10 de agosto de 2008


Vida íntima de los reyes.
Por: Lázaro Sarmiento

“Se ha dicho que si la nariz de Cleopatra hubiese sido un centímetro más larga, habría cambiado la historia de la humanidad. El dicho es quizás exagerado, pero no cabe duda de que el tamaño de la nariz de Cleopatra influyó en la vida del César, y por ende, en la de Roma y en la del mundo, por lo menos tanto como la oratoria de Cicerón, la soberbia de Pompeyo o la pasión cívica de Marco Bruto”.

Hace un tiempo encontré en una librería de viejo de la calle Colón de La Habana un volumen que “regiamente” esperó hasta hoy por mi atención entre un montón de lecturas pendientes: En los Palacios Reales. Vida íntima de los Reyes. La autora firma como Duquesa de Fernennwald. Traducción de Plácida Cañizares de Varela. La obra fue publicada por la Biblioteca de Alta Sociedad, México, 1944.

En el prólogo, la escritora cuenta que fue confidente del Rey A. de B., iniciales que ocultan el verdadero nombre del monarca a quien sirvió. La historia de los personajes alcanza los primeros años de la Segunda Guerra Mundial. Dice la duquesa que su jefe quiso conocer, además de las corrientes políticas y de las intrigas diplomáticas que agitaban el mundo moderno, las intimidades de los palacios. A ella le correspondió el singular privilegio de prestarle ese servicio.

“Durante lustros viajé por las naciones todas, asistí a recepciones y fiestas, penetré en los gabinetes privados de los poderosos, conocí sus flaquezas y develé sus secretos”

Dejando a un lado la nariz de Cleopatra, el libro de la Fernennwald constituye una mezcla de chismes de alto vuelo, anécdotas históricas, información bien organizada y un lenguaje periodístico agradable que sorprende a ratos por sus juicios y análisis políticos.

Sobre la identidad de la duquesa no hay rastros en internet por la sencilla razón de que Fernennwald es un seudónimo. Encontré que la Librería Vetusta, de La Coruña, España, especializada en títulos viejos, antiguos y usados, mapas y postales, ofrece en su página web este añejo libro por 15 euros.

Sobre uno de los personajes de En los Palacios Reales. Vida íntima de los Reyes, leo que, mucho tiempo después de los sucesos narrados por la autora , Vladimiro de Rusia falleció de muerte repentina en Miami y su hija María y su nieto no han podido ser ni zarina ni zarevich porque un competidor familiar reclamó tales derechos para nada.

domingo, 17 de febrero de 2008


¡CUÁNTOS LIBROS¡ ¿LOS HA LEÍDO TODOS?
Por: Lázaro Sarmiento

El Directorio Telefónico de La Habana, edición de 1957, de la Cuban Telephone Company, en intimidad con la Poesía, de Pablo Neruda, y La Ciudad de las Patrañas, de David Mamet, y muy cerca de Yo Publio. Confesiones Raúl Martínez. Mi biblioteca tiene dos categorías de libros : los que disfruto como lector puro (este término es solo provisional) y los que constituyen herramientas de trabajo. Sin embargo, no todo el mundo ve como algo natural la cantidad de libros que acumula la gente que redacta artículos, escribe programas o realiza investigaciones. Además, las citadas categorías bibliotecarias se contaminación entre sí y evidencian la fragilidad de las etiquetas.

En un texto de 1990, Cómo justificar una biblioteca privada, Umberto Eco pone como ejemplo de una situación obvia al visitante que entra en su casa, cuya vasta biblioteca no puede pasar inadvertida, entre otras cosas porque no hay nada mas, y dice: ¡Cuántos libros¡ ¿Los ha leído todos? Eco reflexiona: “Al principio, creía que la frase revelaba sólo a personas de escasa familiaridad con el libro, avezadas a ver sólo estanteriuchas con cinco novelas policíacas y una enciclopedia infantil en fascículos. Pero la experiencia me ha enseñado que la frase la pronuncian incluso personas insospechadas”.

Y seguidamente Eco observa: “Se puede decir que se trata, con todo, de personas que tienen una noción de la estantería como depósito de libros leídos y no de la biblioteca como instrumento de trabajo, pero no basta. Creo que, ante muchos libros, cualquiera cae presa de la angustia del conocimiento, y finalmente se desliza hacia la pregunta que expresa su tormento y sus remordimientos”.

Un lector de novelas sin dudas quedará cautivado por el virtuosismo y la originalidad de un escritor como Yasunari Kawabata . En cambio, para un estudioso de la literatura japonesa, o mundial, una obra como "Lo bello y lo triste", de este desaparecido autor, será una herramienta de trabajo sin que por ello pierda su característica inicial: una obra de ficción para ser disfrutada antes que estudiada. Y entonces habrá que responder esta pregunta: ¿acaso el crítico no disfruta una novela cuando la descuartiza para ver como fue construida. Otro ejemplo obvio.

Por lo demás, un directorio telefónico no se lee de la misma manera que una novela de Kawabata, ni tampoco pertenece al tipo de libro que la mayoría de las personas vincula al concepto tradicional de biblioteca personal. Pero cuando indagué por determinados cines y bares para un trabajo sobre varias esquinas habaneras que eran como pequeñas capitales dentro de algunos barrios, el directorio con sus páginas amarillas y sus ilustraciones me resultó una herramienta de extraordinaria utilidad. Este volumen esperó diez años antes de ofrecerme sus datos. Y lo hizo con una nostalgia táctil que , por ahora, Internet carece.

Hay muchos libros "no leídos" que ocupan un lugar en el estante de la biblioteca por otras misteriosas razones muy distantes a las características de herramientas de directorios, diccionarios y demás obras denominadas de referencia. Puede suceder que transcurra un largo tiempo antes que el día menos esperado "Lo bello y lo triste" despierte nuestra atención . Y sobre otros libros no llegaremos jamás a saber si nos hubieran gustado porque nunca los leeremos. Las bibliotecas privadas existen también para provocarnos. Pero desconocemos el momento en que ocurrirá el pinchazo.

Esta es solo una de las motivaciones para seguir adquiriendo libros. Es un razonamiento tan obvio que resulta raro que alguna gente no lo entienda cuando contempla el montón de ejemplares que compré hoy en la Feria del Libro de La Habana.

viernes, 15 de febrero de 2008

ME GUSTA ACAPARAR LIBROS.
Por: Lázaro Sarmiento

Lo confieso con orgullo: me gusta acaparar libros. De los más de 8 millones de ejemplares que se venderán por estos días en la Fortaleza de la Cabaña y en toda Cuba, algunos irán para mi biblioteca privada. Y no serán pocos. Como cada año durante la Feria Internacional del Libro de La Habana trato de acopiar un buen número de títulos. Hoy compré los siguientes:

En el cielo con diamantes. Senel Paz
Contar es un placer. Recopilación de Emmanuel Tornés Reyes.
Siglo XX: Intelectuales militantes. Eliades Acosta.
Crónicas del relámpago. Guillermo Rodríguez Rivera
No logo. El poder de las marcas. Naomi Klein
Pablo Neruda. Poesía.
Evocación. Aleida March
Amo en ti lo imposible. Poesía de amor. Nazim Hikmet
Estados Unidos, de raíz. Néstor García Iturbe
Las trampas del oficio. Apuntes sobre cine y sociedad. Ambrosio Fornet
SIDA: Confesiones a un médico. Jorge Pérez Ávila
La Filosofía Política Moderna de Hobbes a Marx. Compilación
De dónde son los cubanos. Coordinadora Graciela Chailloux Laffita
Los placeres del dolor. Pedro Ángel Palou
El Postmoderno, el postmodernismo y la crítica en Criterios. Selección Desiderio Navarro
Ánima fatua .Anna Lidia Vega Serova
Imperio e imperialismo. Atilio Boron
Los milagros de Cuba. Ramón Chao
Y la muerte no tendrá dominio. Dylan Thomas
Maltrato Infantil. Prevención. Néstor Acosta Tieles
Los que se fueron. Los que se quedaron. Luis Báez (Nueva edición)

Mi biblioteca privada se ha multiplicado muchas veces desde los tiempos en que, niño, descubrí una humilde librería de viejo que había frente al cine Moderno, en Luyanó. También los compraba en una carretilla que colocaban en la entrada de La Benéfica, el hospital familiar de la Calzada de Concha. Entre los títulos más antiguos que conservo de esa época sobresale un “Atlas geográfico Mundial de Bolsillo”, editado en Checoslovaquia en 1963.

Mis dedos seguían las rutas trasatlánticas dibujadas en sus océanos de papel: líneas de vapores con distancias en kilómetros. Nueva York - Río de Janeiro 8 807. Canal de Panamá- Londres: 8796. Por la calidad de la imprecisión, el color y las precisiones de los mapas, este atlas pudiera competir con sus similares de la actualidad. Pero las fronteras del planeta cambiaron desde 1963. Surgieron nuevos países. Otros desaparecieron. Se derrumbó el Muro de Berlín. Levantaron otros. Además la gente prefiere ahora Google Maps y Google Earth . El Atlas se puso viejo. Asumo la nostalgia como un atisbo del futuro: nuevos libros me esperan. Tendré que preparar la respuesta merecida a la manera de Umberto Eco cuando le preguntaron: “¡Cuántos libros ¡¿Los ha leído todos?”
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