jueves, 9 de abril de 2009


La magia de la superposición
Por: Lázaro Sarmiento

En un viaje a Pekín en 1959, el actor cubano Vicente Revuelta se fascinó con un hombre grueso y viejísimo que en la escena se convirtió en una mujer bellísima, de treinta años a lo sumo. El hombre no era otro que el famoso Mei Lan Fan, el mejor actor chino especializado en papeles de mujer, que tenía entonces 80 años de edad.

Más que el maquillaje y el vestuario, eran los movimientos femeninos y exquisitos los que le daban al anciano Mei Lan Fan el aspecto de mujer joven. A Vicente Revuelta también le llamó la atención la mirada del actor chino: “…él miraba a todos, a cada cual de los que estábamos allí. No sé si era el ángulo de la mirada, pero todos sentíamos que aquella mirada iba dirigida a cada uno de nosotros.”


En su estancia en Japón en 1982, Marguerite Yourcenar visitó a un célebre actor de kabuki en su camerino de un teatro en Osaka. La escritora francesa contempló como aquel hombre joven se transformaba ante sus ojos en una fina mujer cuyos rasgos evocaban a Nefertiti y Greta Garbo. El actor le dijo:


- No es a la mujer a quien las personas que vienen al espectáculo buscan en mí, es a un hombre.

La Yourcenar apuntaría luego: Pero, ¿lo buscarían con el mismo fervor si no estuviera vestido de mujer? Sugiero que su magia depende, precisamente, de esa superposición.


El actor es BandoTamasaburo (nacido en 1950) a quien Marguerite Yourcenar aconsejó que renunciara por dos años a los éxitos fáciles y se dedicara por entero al difícil arte del kabuki. Sobre uno de los momentos de la actuación de Tamasaburo, la autora de Memorias de Adriano observó:

“Con ese casco, T. me parece menos bello, completamente encerrado en su representación de mujer nipona. El pelo corto añadía expresión a esa ambigüedad con que está hecho el misterio... Hace poco me preguntaba – y esa pregunta es pura retórica- si lo admirarían tanto cuando está vestido de hombre. Ahora me pregunto, y la respuesta negativa viene por sí misma, si lo admirarían igualmente si fuera, de verdad, una mujer.”


A veces me pregunto si es posible establecer una relación entre los travestis occidentales que actúan en los escenarios y esos actores que representan personajes femeninos en el teatro en China y Japón. Tal vez en las pupilas del público es donde podemos encontrar trazos de tinta china.

miércoles, 8 de abril de 2009

Vicente Revuelta, el teatro chino y Mei Lan Fan
Por: Lázaro Sarmiento

En la televisión entrevistaron a Vicente Revuelta.

La conductora del programa le pidió que dirigiera un mensaje a los jóvenes. El veterano actor les dijo:

“Que vivan su juventud, que lo hagan con placer y que lean mucho, incluso de una forma desordenada, que lean para que encuentren la poesía porque en la poesía está la sabiduría, el secreto de todo.” (cito de memoria)

La entrevista me recuerda que Vicente Revuelta cumplirá el próximo 5 de junio 80 años. Esta es la edad que tenía el legendario actor chino Mei Lan Fan cuando Vicente visitó China en 1959.

Mei Lan Fan era el mejor actor chino especializado en papeles de mujer. Tan pronto Vicente llegó a Pekín preguntó por el famoso artista. Le dijeron que Mei Lan Fan era muy viejo y ya estaba retirado.

A los pocos días los chinos organizaron una recepción en un salón tan grande que había tres orquestas tocando a la vez en el mismo recinto sin que el sonido de una entorpeciera el de las otras. En un momento de la noche hubo una sorpresa para Vicente: lo llevaron a conocer a Mei Lan Fan.

El artista de 80 años aceptó dar una función ante los invitados extranjeros que estaban en Pekín para celebrar el décimo aniversario de la Revolución China. Vicente Revuelta, que entonces tenía 30 años, se sentó en la primera fila para contemplar el espectáculo. Así lo contó a Esther Duran en el libro El juego de mi vida. Vicente Revuelta en escena:

“Ahora tenía ante mí a Mei Lan Fan, que era un hombre grueso y viejísimo, convertido en una mujer bellísima, de treinta años a lo sumo.

“Más que el maquillaje y toda la indumentaria, los movimientos de aquel hombre, de una femineidad y una elegancia exquisita, eran los que le daban aquel aspecto de mujer joven.”

(continúa mañana…)

Courtesy of San Francisco Performing Arts Library and Museum
http://content.cdlib.org/ark:/13030/kt829020fk/?brand=oac
Title: Mei Lan-fang in San Francisco / 1933
Digital Archive of Chinese Theater in California

martes, 7 de abril de 2009

Escondite y nido de amor de mafioso en La Habana
Por: Lázaro Sarmiento

“En el nuevo reparto, al judío Meyer Lansky le correspondió el sur de la península Florida y el Caribe, y sobre todo la codiciada Habana. Eran los meses finales de la tiranía machadista y Lansky comenzó a viajar a la capital cubana con el fin de realizar los primeros arreglos con el recién estrenado coronel Batista, que ostentaba ya la jefatura del Ejército.

“Fruto de esos arreglos, al coronel Batista le situaron tres millones de dólares en un banco suizo. A cambio, la mafia norteamericana adquiría los derechos del juego, incluidos los casinos del Hotel Nacional de Cuba y el Casino Nacional, en los terrenos que más tarde compartía el Country Club de La Habana.

“Con el golpe del 10 de marzo, se inician un conjunto de proyectos, en medio de una gran piramidación de negocios, que incluía la construcción de cincuenta nuevos hoteles a lo largo del litoral norte de la Isla, con lujosos casinos, fastuosos cabarets, espléndidos restaurantes y delirantes burdeles, desde Jaimanitas hasta la promisoria playa de Varadero”.

Estos párrafos pertenecen al libro testimonio La vida secreta de Meyer Lansky en La Habana (Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2006) de Enrique Cirules. Sobre el tema de la mafia en Cuba, con anterioridad Enrique Cirules (Nuevitas, 1938) había publicado El imperio de La Habana, premio Casa de las Américas 1993.

“A mediados de 1957, se hizo más que evidente un inevitable enfrentamiento entre las familias sicilianas de Nueva York y el clan Habana-Las Vegas…Hacia varios meses que Meyer Lansky había pasado a la más absoluta clandestinidad. La cabeza visible del imperio Habana-Las Vegas, en compañía de una preciosa muchacha, se había refugiado secretamente en un discreto apartamento del Paseo del Prado, en el mismo corazón de la capital cubana”.

Esa muchacha se llamaba Mercedes y era empleada de la lujosa tienda El Encanto donde conoció a Lansky. El testimoniante Armando Jaime Casielles, quien fuera chofer guardaespaldas del célebre mafioso durante 1957 y 1958, en el libro La vida secreta de Meyer Lansky en La Habana, describe a Mercedes así: “Una mujer realmente linda, de andar suave y zalamero, de modales muy finos, de hablar pausado, siempre en un tono muy bajo, algo que a Lansky le encantaba en los seres humanos”.

Lansky vivió con Mercedes en el apartamento del segundo piso del edificio Prado 254 entre Trocadero y Ánimas. Abajo estaba la joyería Habeff . El escritor Enrique Cirules afirma que ni siquiera los servicios secretos de Batista conocían de este sitio.

domingo, 5 de abril de 2009

Lo que los elefantes de La Habana quieren decirnos
Por: Lázaro Sarmiento

La primera vez que me encontré con un elefante fue en la esquina de Dragones y Zulueta, en el portal del Teatro Martí. Era mi primer día en la capital y mi madre, entonces guajirita y joven, me llevaba cogido de la mano. Íbamos hacia la calle Damas buscando una dirección cuando quedamos sorprendidos por el paquidermo que, amarrado a una bola de hierro, comía hierba en la entrada de emblemático coliseo . Un público numeroso lo rodeaba. Todo el que pasaba por la acera se quedaba hipnotizado frente al animal de memoria prodigiosa La gente siempre se ha sientido atraída por los elefantes. Ahora mismo, una manada se desplaza por La Habana. Son los elefantes de chapas de acero del artista cubano José Emilio Fuentes Fonseca (JEFF). La curadora de esta muestra dice que, “cada emplazamiento de la manada reclama una interpretación histórica, que no escapa a la fabulación popular.” Los elefantes se han robado por el momento el show de la Décima Bienal de La Habana. Me refiero a nivel popular. Luego estarían las interpretaciones y la manera en que la gente asume lo que Jeff y sus paquidermos quieren decirnos. Seguramente cada uno de los lectores del blog tiene la suya.


"Es una de las obras más sorprendentes de la X Bienal de La Habana…La obra, según expresó su autor constituye una metáfora de la adaptabilidad y resistencia grupal, que nace del concepto de la manada y sus estructuras sociales."(http://www.jornadaonline.com/Internacional/26188-Elefantes-en-La-Habana)
"Su itinerario por varios lugares emblemáticos de la capital responde a dos razones fundamentales: ser fiel al hábito traslaticio de esos gigantes de la fauna por las sabanas de África y Asia, y multiplicar sus contactos con la población. Todo lo demás que se especule obedece a otras dos razones: a la natural tendencia del ser humano a construir discursos simbólicos a partir de un hecho estético determinado, o a la enfebrecida malevolencia de quienes buscan a toda costa quinta pata del elefante."(http://www.bohemia.cubasi.cu/2009/04/04/noticias/bienal.3.html)
" Cada emplazamiento de la manda reclama una interpretación histórica, que no escapa a la fabulación popular. Así, historia y mito avanzan a su paso como un desafío al tiempo y como una defensa a la conflictiva convivencia con los seres humanos.
El espíritu de supervivencia de estos mamíferos, la defensa a sus congéneres, el tributo a sus muertos, pero sobre todo la necesidad de vivir bajo las normas de la estructura social de la familia, los asemeja a los humanos. No resulta extraño que José Emilio Fuentes Fonseca (JEFF), en esta ocasión, haya seleccionado como motivo escultórico al elefante. Manipula el poder simbólico de los paquidermos (riqueza, fuerza y cognición) y con ello, evoca a la sabiduría de los antiguos esclavos africanos e inmigrantes chinos, quienes nos legaron el culto a este tótem ancestral desde tiempos antiguos. Tanto es así que aún hoy, la protección de los hogares cubanos se manifiesta en el uso de las esculturillas de elefantes como amuletos para la buena suerte y desenvolvimiento económico." (Darys J. Vázquez Aguiar, curadora de la muestra)(http://www.ohch.cu/noticias/info.php?id_noticia=20090331154523&cat=noticias )


Paso mis manos sobre la piel de acero del elefante para invocar algunos de los atributos simbólicos del animal: riqueza, fuerza y cognición.Localicé a la manada de JEFF el sábado en el parque que está entre la Biblioteca Nacional José Martí y la Terminal Nacional de Ómnibus, frente al Ministerio de Comunicaciones, en la Avenida de Rancho Boyeros de La Habana. Por cierto, a unos metros de aquí - en la desaparecida Feria de la Juventud- hubo durante mucho tiempo un envejecido ejemplar real: “el elefante de la feria”.

"La procesión de elefantes responde a un itinerario de viaje diseñado por el artista en sitios relevantes de la historia (en donde permanecen al menos por un día): la Plaza Vieja, los jardines del Capitolio, la Colina Universitaria, la Tribuna Abierta Antimperialista “José Martí” hasta llegar a la Plaza de la Revolución y luego a 31 y 60 (Buena Vista).
El recorrido finaliza en la plaza del Centro de Negocios Miramar, importante zona de inversión construida a principios de este siglo."
(http://www.arteporexcelencias.com/noticias/364/elefantes_en_la_habanacomercial)

sábado, 4 de abril de 2009

ADOPTEMOS LAS CUCARACHAS DE LA HABANA.


Por: Lázaro Sarmiento

Me habían dicho que la manada de elefantes que se desplaza por La Habana estaba en los jardines del Capitolio, nuestro gran mastodonte republicano. Llegué tarde. Los elefantes se habían marchado ya a otro sitio de esta urbe que juega, dialoga y se energiza por estos días con las propuestas para espacios abiertos, en la calle, de la Décima Bienal de La Habana. Mi frustración se apagó frente a una nueva sorpresa. Unos minutos después desembarqué en la esquina de Trocadero y Zulueta. Aquí, en uno de los ángulos del Palacio de Bellas Artes, están posadas las cucarachas del pintor Roberto Fabelo.

Son diez. Tienen rostro humano. Miden dos metros. Están hechas de poliuretino. Avanzan por la pared hacia lo alto del edificio buscando el oxígeno. El conjunto se denomina Sobrevivientes. El nombre hace gala a la capacidad de resistencia de las cucarachas. Están preparadas genéticamente para resistir una destrucción nuclear. Es decir, en algo básico, son superiores a nosotros.


Fabelo dice que quiso reflejar el sentido kafkiano presente en el mundo actual y sus crisis: “Las cucarachas han acompañado al hombre desde tiempos tan remotos y resistido de tal manera los intentos masivos de exterminarlas que uno llega a pensar si un día se convertirán en seres humanos o viceversa.”

Estas cucarachas fabelianas son tan admirables que deberían quedarse instaladas permanentemente en alguna fachada de la ciudad. Deberíamos adoptar también a los paquidermos de chapas de acero. Me gustaría verlos aplatanados para siempre en los terrenos del Capitolio de La Habana, rompiendo la " corrección "urbanística del lugar, poniéndole una dosis de visualidad transgresora al paisaje.

Las cucarachas de Roberto Fabelo, los elefantes de José Emilio Fuentes Fonseca, el pájaro de Alberto Lescay. Fauna cautivante que pudiera rejuvenecer el repertorio de símbolos urbanos.

Cucarachas de Roberto Fabelo. Conjunto: Sobrevivientes. Museo Nacional. La Habana. Foto Lázaro Sarmiento 03.04.09
ecoestadistica.com